A dos días del partido que se suponía iba a ser el más parejo de los cuartos de final de la Copa América Centenario, es justo destacar el impecable trabajo del actual campeón, Chile.
Chile es el actual campeón de la Copa América |
Partidos
como estos no se explican, a mi parecer, echándole la culpa al perdedor. Dos
terribles horas en las que el cuadro mexicano nunca se encontró, no pegaban
una, a pesar de, para muchos, llegar como favoritos. Tuve la oportunidad de
escuchar de cerca como la prensa de ese país daba a México como virtual
campeón, y tuve la misma chance de escucharlos destruir a un entrenador y once
jugadores en lo que dura un programa de fútbol.
Tal vez nada pudo reflejar mejor la diferencia abismal entre la competitividad de la CONCACAF y la CONMEBOL. Tal vez ahora los mexicanos entiendan que por este lado del mundo hay que ser jodidamente bueno para clasificar a un Mundial. Tal vez comprendan que aquí no se regala nada. Que los países que llegan están preparados para la guerra. Y así llegó Chile. Por lo mismo, sería altamente egoísta cerrarse en que el resultado se basó en un mal México.
Sí en un excelente Chile, sí en un equipo que estuvo impecable derrochando buen fútbol los 90 minutos; porque si les daban más tiempo, el show de goles hubiera seguido llegando. Y recalco espectáculo porque todos fueron dignos de pararse a aplaudirlos. La presión que ejercieron en todo momento, la marca, la precisión en los pases, la calidad de cada una de las anotaciones, la complicidad entre los jugadores, el empuje en grupo, los huevos, todo. Esto hace que Chile se corone campeón de la Copa América pasada y que, a mí parecer, llegue a la final de la Copa actual, donde no me arriesgo a vaticinarlos campeones porque está Argentina y qué Argentina... aunque ese es tema aparte.
Pero, vamos: despertó Chile, y nos regaló una cátedra de buen fútbol, de lo que es guerrearlas todas y no dar una por perdida, de lo que pesa la unión de un equipo y de enseñarnos que el estilo de juego va más allá de un entrenador. Que los de Pizzi, o Sampaoli ya tienen el fútbol en el ADN, que el orden táctico y el juego es sinónimo de Chile. Ya hace mucho lograron superar las barreras que lo ponían como no favorito, hoy que tiemblen los que lo tengan en frente, porque ¡hay que aguantarlos!
Estamos viendo, sin duda alguna, a la mejor selección chilena de la historia, con jugadores excepcionales que gambetearon la indisciplina para llevar a su país a lo más alto. A personajes como Vidal, Sánchez, Aranguiz, Vargas o Medel, (para destacar a mis favoritos) que son reconocidos como top en el fútbol Mundial; que individualmente se ganaron el respeto del todos, pero como colectivo no hacen sino regalarnos exquisiteces como la del domingo. Una cosa es golear por golear, y otra muy distinta es golear con tanto fútbol. Lo que pudo ser un partido aburrido por el resultado, lograron convertirlo en algo magnífico a punta de buen juego y fútbol en cantidad, y eso es digno de destacar, porque para los que entendemos de este deporte, la roja juega una barbaridad y solo queda aplaudir de pie el espectáculo. Despertó Chile señores, despertó el campeón de América.
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