El tema del día es la mordida de
Suárez a Chiellini. Noticia que ha dejado al mundo impactado y que ha desatado
una nueva polémica. ¿Podrá alguien explicar la locura del delantero?

Para empezar quería que sepan que, si bien yo no juego fútbol, sé por fuentes muy cercanas que en el área pasan estas cosas todo el tiempo. Codazos, rodillasos, jalones, insultos que duelen más que una mordida (sino pregúntenle a Zidane)... pero de esto nadie dice nada. Y es que habría que vivirlo para entenderlo. El caso del 9 uruguayo es extraño, porque su forma de desconcertar al rival es distinta, él muerde. Luis Suárez no nació en cuna de oro. De hecho la tuvo bastante difícil, y lo que aprendió sobre fútbol, lo aprendió en la calle. Es probablemente uno de los mejores ejemplares de que las raíces pocas veces se olvidan. Muchos me dirán que esa es la historia de la mayoría de futbolistas, pero no todos aprendieron mordiendo... Él sí.
Estaban cerca al minuto 80 y Uruguay parecía quedarse fuera del Mundial, y no de cualquiera, de Brasil. Los italianos se cerraron atrás, como su hubieran nacido para eso, y Buffón ya era protagonista. Suárez rodeado por tres defensas todo el partido no encontraba espacios para mostrar su fútbol y clavarla en el arco. Jugador de calle, irracional como él solo, optó por la salida más simple: muerdo al rival y lo sacó del partido. Y efectivamente lo hizo y consiguió que a partir de esa agresión el defensa Chiellini, y todos los demás se fueran del encuentro. Ojo que nada justifica que un jugador de la categoría del italiano se deje vencer tan fácil por los dientes del otro. Lo llamarán viveza, bajeza, locura... pero a los pocos minutos Uruguay metió el gol que lo clasificó a Octavos y fue por pura táctica bien ejecutada. Considero que es mérito netamente de haberse aprendido la tarea de jugar a la uruguaya.
Ya para acabar, quiero dejar claro que no apoyo los actos agresivos de ningún lado. Pero no es tan simple como juzgar lo que vemos. El fútbol es mucho más de lo que se ve por televisión, en un partido pasan cosas que ni el ojo de halcón más afinado va a poder ver nunca. Y es exactamente eso lo que lo hace lindo, lo que lo hace tan impredecible y lo vuelve un deporte único. Es un deporte 100% pasional que deja poco espacio a la razón. Una mente cuadriculada jamás podría entenderlo, porque no necesita ser entendido, solo hay que vivirlo. Hoy solo trato de abrirles más el panorama, para que, si nunca jugaron al fútbol, entiendan un poco estos arranques de locura. Y bueno, a Luchito dámelo siempre!