viernes, 16 de mayo de 2014

Mi verdadera opinión sobre Manco

Cuando dije que el caso de Reimond Manco me daba pena, no me refería a él como persona. Tuve la oportunidad de conocerlo y la verdad me cayó muy bien. Siempre que le pedí una entrevista me la concedió, y eso habla bien de él. Considero que no soy nadie para juzgar la forma de vivir de la gente. Cuando dije que el caso de Manco me daba pena, me refería a su carrera profesional. Hablaba de la lástima que siento cuando veo que desperdicia su talento. Quizá porque he visto a pocos jugadores peruanos que sean igual de habilidosos o porque en algún momento pensé que frente a mí tenía al próximo ídolo de Alianza Lima. Y creo que, probablemente, el mismo Reimond piense lo mismo que yo.

No creo que luego de haber tocado lo más alto y de haber sido titular de muchos diarios deportivos durante varios meses, no le afecte negativamente el ver que a sus 23 años, su carrera se encuentra en fase terminal.  No creo que luego de haber pasado por clubes en Holanda y Qatar, no le afecte terminar sus minutos en Chimbote, sin menospreciar al Gálvez que confía en él  y le está abriendo las puertas. No creo que no le afecte que el equipo de sus amores,  Alianza Lima, del cual salió y del cual  siempre será hincha; no lo tome en cuenta para formar parte de su plantel. No creo que no le afecte que la hinchada que un día coreó su nombre en un estadio, ahora le dé la espalda y no lo quiera ver en la cancha. No creo que no le afecte ver sus “ampays” en programas de espectáculos, en lugar de ver sus goles los domingos por la noche. No creo que no le afecte que su nombre aparezca más en la sección de chismes, que en la de Deportes. No creo que no le afecte el hecho de verse involucrado en problemas de alcoholismo, cuando él sabe que es el ejemplo a seguir de muchos niños.
Creo que mi opinión es la misma que la de muchos peruanos, que vieron en ese “jotita” a una posibilidad para soñar con el once ideal para, por fin, poder ir al Mundial. Es imposible  que a alguien que ama el fútbol no le dé pena que deportistas tan talentosos, acaben sus días en lo más oscuro del olvido. Porque la profesión de futbolista te da la oportunidad de ser amado y aclamado por millones, pero también es cruel con quienes cometen errores, con quienes desperdician su talento y con quienes manchan el nombre de algún club con su mala conducta.  Sería mentir decir que no me da pena saber que la historia de Manco, es una de las muchas que vamos a conocer, mientras que las cosas en el fútbol peruano no cambien. 


1 comentario:

  1. Árbol que crece torcido su tronco núnca endereza, en el caso de Manco ha tenido muchas oportunidades en el fútbol y no las supo aprovechar. Más pena me dá como algunos medios con el simple afán de vender, distorsionan en verdadero sentido de las palabras. Eso me da pena, al igual que la carrera de Manco y otros tantos como él.

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